Ocurrió hace no mucho tiempo, en una preciosa localidad de Badajoz llamada Barcarrota. Los príncipes de este cuento habían elegido un lugar de ensueño para celebrar uno de los días más bonitos de sus vidas. En la fiesta iban a estar todos: padres, hermanos, demás familiares, amigos... y la más importante de todos: su pequeña princesita: Carmen. No queremos que pierdas detalle de lo que ocurrió ese día pero te avanzamos ya cómo terminó esta historia: ¡comiendo perdices!
Conchi y José Luis se casaron el 20 de Junio en el Parador de Santiago, un antiguo palacete en pleno centro de Barcarrota en el que teníamos ganas desde hacía tiempo de hacer algo. El sitio nos cautivó desde el principio y nos ofrecía una gran cantidad de rincones con encanto a los que poner nuestro toque. Este enlace era especial para nosotras, no solo porque se celebraba en nuestro pueblo, sino por la especial relación de amistad que nos une con la pareja.Los novios viven muy lejos de Extremadura, por eso dejaron la decoración del parador en nuestras manos, bueno, en las nuestras y en la de un colaborador muy especial: Pepe, hermano de la novia y partícipe desde el minuto cero del diseño y ejecución de este evento. ¡Un fichaje catalino de nivel!.
Estas primeras fotos son del bodegón de Bienvenida. Usamos farolillos, velas, jarrones llenos de siemprevivas (la flor elegida por la novia) y diseñamos un cartel señalizador para recibir a los invitados. Todos ellos tuvieron su tarjetita de agradecimiento y minuta diseñada para la ocasión.
Para este evento El Carrino de Catalín no podía faltar, presidió la cena al aire libre, como fondo de una maravillosa escalera que parece sacada de un palacio de cuento. Esta vez lució engalanado con los cartelitos del Seating Plan, donde los asistentes podían buscar su sitio. Y ¡Sí! pegamos una a una las flores de cada cartelito y uno a uno los nombres de cada invitado.
Un lugar encantador, una noche maravillosa... ambos contribuyeron a crear un ambiente mágico. De la decoración de las mesas nos quedamos con los centros, adornados por Sartoria Catering, ¿a que son preciosos?
Preparamos 2 rincones muy especiales para la zona de baile: el Photocall y una Jaima para relajarse durante la fiesta. Allí los invitados pasaron un rato muy divertido haciéndose fotos, y por supuesto, también los novios.
Comieron perdices ¡Sí! pero todavía no podemos decir eso de Colorín colorado...¡que aún tienes que ver la Candy Bar!
Esperamos que te haya gustado, como siempre nos encantará que dejes comentarios. Muy pronto volveremos con un bautizo que fue tela marinera, así que permanece aten@ a nuestro facebook.
Ahora sí, podemos bajar el telón, decir eso de Colorín colorado este cuento se ha acabado y comer muchas pero que muchas perdices.
Hola catalinas :) Enhorabuena una vez más!!! La boda quedó muy estilosa y las fotos reflejan el gusto de cada detalle. A seguir creando, disfrutando y sorprendiendo. Mucho éxito.
ResponderEliminarUn abrazico. Raquel